Wednesday, April 22, 2015

Supere el dispensacionalismo !


Prácticamente todos los que profesan el cristianismo han escuchado a pastores y maestros que han declarado ciertos temas de la Biblia como doctrinas esenciales, fundamentales para nuestra salvación. El nacimiento virginal, el Espíritu Santo, la deidad de Cristo y la naturaleza de la expiación están entre ellos. Por otra parte, esos pastores y maestros se apresuran a añadir que "buenos hombres" de todas partes, que sostienen las creencias esenciales, pueden diferir en las creencias secundarias y, debido a que su salvación está asegurada, disfrutan de compañerismo en un espíritu de tolerancia. Considero que esta generalización depende del asunto porque, tal como lo ilustraré, algunas creencias secundarias generan resultados trágicos. La historia de la cristiandad ofrece amplias ilustraciones. Asuntos secundarios tales como el bautismo, el clero, la naturaleza del culto, ancianos y diáconos y la autoridad de la iglesia han producido una continua historia de división, persecución y guerra entre personas y naciones, contradiciendo la unidad por la que el Señor Jesús oró en San Juan capítulo 17.

Algo anda mal, entonces, en la realización de este ideal. Ciertamente, hay una necesidad de ejercer tolerancia cuando surgen diferentes opiniones entre los cristianos sobre doctrinas secundarias. De hecho de todas las personas que existen los cristianos deben ser ejemplares en su aceptación de otros cristianos que sostienen opiniones diferentes que no contradigan la deidad y la persona del Señor Jesucristo. De hecho, en las cartas del apóstol Juan se dice a la iglesia que debe estar en guardia solo contra el espíritu del anticristo, de donde se infiere que no debemos preocuparnos de que nuestra experiencia y nuestro proceso de pensamiento sean idénticos respecto a todos los temas.

Históricamente, las advertencias relativas al espíritu del anticristo son comprensibles.  Los cristianos de esa época serían la primera generación en declarar la venida del Señor Jesús como el Mesías, hechos que las religiones paganas y el judaísmo sin duda intentarían socavar. Los apóstoles, por lo tanto, fueron constantes en sus advertencias de estar alertas a los falsos maestros que se infiltrarían en las iglesias jóvenes con el fin de enseñar el  error.

¿Pero qué pasa si la tolerancia de una doctrina secundaria subyace y apoya el caos, la muerte y la destrucción en nuestro mundo moderno? Históricamente, consideramos que la Inquisición española fue dirigida por paganos, que mencionaban el nombre de Cristo pero eran intolerantes al punto de ejecutar a los que no aceptaban todo lo que era enseñado por la iglesia romana. En el mejor de los casos los líderes eran cristianos equivocados, y en el peor eran instrumentos del diablo que desacreditaban la fe cristiana. Fueron demasiado lejos.

¿Deberíamos entonces abstenernos de tomar cualquier posición? Para responder a la pregunta con otra pregunta, ¿no erramos igualmente si toleramos la promulgación y enseñanza de creencias secundarias, cuando esa tolerancia trae como resultado la muerte y destrucción de naciones y pueblos seleccionados por globalistas con un plan imperialista? Me refiero al dispensacionalismo que, según se estima, es aceptado por 50 millones de cristianos en todo el mundo. Este sistema de creencias respecto a las profecías es relativamente reciente ya que surgió de las enseñanzas de Irving y Darby en la década de 1830. Para principios del siglo XX esa doctrina había sido consagrada en las notas de la Biblia de Referencia Scofield que todavía se usa hoy.

Casi diabólicamente, la publicación coincidió con el surgimiento del Sionismo, que en la práctica pregona la "excepcionalidad" del pueblo judío respecto a todos los demás pueblos. El sionismo, de hecho, ha florecido con el apoyo tácito de todos aquellos que se adhieren a las creencias dispensacionalistas. Afirmo que no hay absolutamente ninguna base bíblica o histórica para la firme creencia de estas personas.

Pocos dirán esto en nuestros días, porque los principios del dispensacionalismo, el regreso de los judíos a Palestina, el arrebatamiento secreto de la iglesia y el regreso de Cristo para gobernar por mil años son atractivos para los cristianos que no quieren creer que sufrirán cualquier persecución significativa en los "últimos tiempos". Por lo tanto, sobre todo entre los nuevos cristianos, la doctrina es adoptada fácilmente.

Además, las enseñanzas sionistas concernientes al Holocausto de la Segunda Guerra Mundial se encuentran tan generalizadas en las sociedades occidentales que en su mayoría las personas concuerdan fácilmente que los judíos deben recibir algún tipo de compensación por su sufrimiento. Por lo tanto, 50 millones de dispensacionalistas están de acuerdo en que está bien robar tierras a los árabes, porque eso apoya su creencia de que los judíos serán reunidos nuevamente con la tierra antes del regreso del Señor. Por lo tanto, se unen a los sionistas en la creencia de que los palestinos son prescindibles si se oponen a verse obligados a dejar su tierra.

Inicialmente, la explotación del Holocausto y la farsa de los Juicios de Nuremberg sentaron las bases para que las Naciones Unidas dieran a los judíos tierras árabes en 1948. Los palestinos recuerdan el 15 de mayo de 1948 como la "Nakba" (catástrofe) cuando muchos palestinos fueron masacrados; su población fue expulsada de 400 pueblos y desde entonces se les ha impuesto una indecible degradación, sufrimiento y muerte. Los cristianos dispensacionalistas han estado entre los que han dado su asentimiento, porque creen en el estatus eterno de una nación judía, un factor que infunde temor a expresar cualquier oposición a las políticas del apartheid sionista. ¿Ha oído usted el gastado cliché de "El que toca a los judíos toca la niña de los ojos de Dios"? Los dispensacionalistas lo creen.

Entonces, ¿cuál es la posición histórica mantenida por los cristianos durante 18 siglos? Sin duda deberíamos estar dispuestos a considerarla. Recuerde que el 90% del mundo cristiano da pruebas de haber aceptado ciegamente un lado sin examinar el otro. La aceptación inequívoca del dispensacionalismo embota nuestra sensibilidad a los sufrimientos de los palestinos y muchos otros en el mundo árabe. Sin duda, si al examinar ambas posiciones surge una duda razonable acerca de la exactitud del dispensacionalismo, sería mejor oponerse a las políticas de Israel incluso por razones humanitarias, en lugar de dejar que la complicidad silenciosa permita a Israel cometer crímenes sin oposición alguna.

Para empezar veamos juntos un capítulo clave donde los dispensacionalistas dicen que tienen apoyo bíblico. Abra su Biblia en Daniel 9: 24 -27.

Versículo 24:  Al interpretar este pasaje generalmente se acepta el principio de que las "semanas" son semanas de años. Por tanto, 70 semanas son 490 años. Tenga en cuenta que el Espíritu Santo reveló esto muchos años antes a Daniel, que era un cautivo judío de estirpe noble en Babilonia. Por tanto, es razonable suponer que las "setenta semanas determinadas sobre tu pueblo y tu santa ciudad" se refiere a los judíos y a la ciudad de Jerusalén. Hay seis eventos mencionados en este versículo.

(1) "para terminar la prevaricación" se interpreta como una transgresión cometida por toda la nación de Israel; llamémosla rebelión contra Dios, de la que hay amplia evidencia.
(2) "Poner fin al pecado" significa que el pecado ya no será un juicio universal contra toda la humanidad. Los efectos de la "caída" de Adán en el Jardín del Edén serán revertidos.
(3) "Expiar la iniquidad" esto tal vez esté mejor dicho con "intercambiar iniquidad por reconciliación", lo que significa que la comunión entre Dios y el hombre será restaurada.
(4) "Traer la justicia perdurable" significa que el hombre puede prever vivir para siempre en la santa presencia de Dios.
(5) "Sellar la visión y la profecía" significa que la profecía y las declaraciones proféticas que predijeron estos eventos cesarán porque los acontecimientos se han cumplido en la tierra.
(6) "y ungir al Santo de los santos" significa revelar el Mesías, lo que se cumplió en el bautismo de Jesús, su transfiguración en el monte y en los acontecimientos de su ministerio, crucifixión y resurrección.

Versículo 25: en general se ocupa simbólicamente del tiempo transcurrido para que estas cosas sucedieran. "Sabe, pues, y entiende, que desde la salida..." El emperador Ciro de Persia dio la orden para reconstruir el templo de Jerusalén.  Por la forma en que está redactado, ocurrirán dos eventos. Desde el mandato de Ciro hasta que se reconstruya el templo transcurrirán siete semanas o, simbólicamente, 49 años y otras 62 semanas o, simbólicamente, 434 años hasta que el Mesías muera. El resto del versículo se refiere al hecho de que la ciudad será reconstruida con calles y murallas durante las primeras siete semanas.

Nota:
(a) Observe que hay que combinar los versículos 26 y 27 para obtener la secuencia correcta ya que los eventos, tal como están escritos, parecen cruzarse. Esto no invalida la profecía porque como lo dijo el teólogo alemán E.W. Hengstenberg en el siglo XIX, la profecía es una sombra, imperfectamente vista, cuya cumplimiento está por venir y por lo tanto puede y debe ser considerada como "seguridad oculta".

(b) A pesar de que los años presentados desde "la salida de la orden" y la "muerte del Señor Jesús" están razonablemente cercanos, no hay problema si usted asume la visión de Hengstenberg de que la profecía es la esfera de Dios y que Él decide ocultar en simbolismos lo que es definitivo en su plan para el tiempo y la eternidad. Es una presunción arrogante imponer un recuento literal de años en las Escrituras y, al hacerlo, abandonar el sentido del pasaje a cambio de otra cosa porque no se ajusta a un esquema matemático.

Versículo 26: "Y después de las sesenta y dos semanas", que fue el segundo período entre el fin de la reconstrucción del templo y el Mesías, "se quitará la vida al Mesías". Además dice "mas no por sí", no porque el Mesías merecía morir, sino porque un amor más grande le convenció de morir por los demás.

Versículo 27: " Y por otra semana confirmará el pacto con muchos". Jesús confirmará el pacto o promesa que hizo a Abraham, que su simiente espiritual (los nacidos del Espíritu) sería como la arena del mar. Jesús confirmó este pacto durante la semana 70, enviando el don del Espíritu Santo (Pentecostés, Hechos 2), durante el tiempo entre su ascensión y la destrucción del Templo en el año 70 DC.

“y el pueblo de un príncipe que ha de venir..." se refiere al general romano Tito, que destruyó la ciudad de Jerusalén, derribó todas las piedras del templo y masacró a 1,5 millones de personas.

“a la mitad de la semana [Jesús] hará cesar el sacrificio y la ofrenda ".

La interpretación cristiana histórica considera este pasaje como un período dividido justificadamente en tres secciones de semanas. (1) La reconstrucción del Templo, (2) el período intermedio que incluye el nacimiento, ministerio y muerte del Señor Jesús y (3) el tiempo entre su ascensión y su intervención en juicio sobre los judíos en el año 70 DC. No se puede permitir que el literalismo desacredite esta historia. Se trata de la obra y el ministerio del Señor Jesucristo en el sentido de venir, ministrar, morir y luego juzgar a los judíos por su rechazo final. Este es entonces el "fin del siglo" tan a menudo mencionado en las Escrituras. Para el pueblo judío que vivía en ese momento el fin del siglo fue comparable a la bomba atómica de Hiroshima, solo que peor. Los judíos había nutrido su "excepcionalismo" durante 2.000 años empezando con Abraham y ahora este tocaba a su fin. La destrucción de su ciudad, su Templo y el sistema de sacrificios sería verdaderamente catastrófica.

En conclusión, no hay lugar en este marco cronológico continuo para cualquier posible argumento de insertar una futura "brecha" de más de 2.000 años que los dispensacionalistas creen que está entre la semana 69 y la semana 70. Este pasaje es acerca del Señor Jesús y su obra consumada incluyendo hasta el año 70 D.C. Cualquier idea posterior de que Israel deba estar en la tierra o que el Templo deba ser reconstruido y que deba reiniciarse sistema sacrificial es una blasfemia contra Su obra sacrificial consumada. Los becerros y los machos cabríos nunca pudieron quitar el pecado, así que cuando el Cordero de Dios se convirtió en el sacrificio aceptable fue apropiado que él mismo levantara a Tito para destruir el Templo y poner fin al sistema de sacrificios.

Esta visión de Daniel 9 no es contradicha por ninguno de los escritores del Nuevo Testamento y si esta interpretación es correcta, ¿no están los cristianos pisando un terreno peligroso por sostener una doctrina que deriva su apoyo más de los acontecimientos temporales y de la propaganda perniciosa que de una verdadera exposición de las Escrituras?

Saturday, April 18, 2015

Madera, Heno y Hojarasca



 “Dios Todopoderoso ha puesto delante de mí dos grandes causas: la represión de la trata de esclavos y la reforma de las costumbres”. William Wilberforce, 1807.
 “Sin duda, los principios y la práctica del cristianismo son simples y conducen no solo a la meditación, sino a la acción". William Pitt a William Wilberforce, 2 de diciembre de 1786.
El eminente teólogo y pastor británico Martyn Lloyd Jones nos ha dejado un sermón sobre el reconocimiento de Dios de las obras terrenales que requiere un examen serio. Desde luego, él se está dirigiendo a un cristiano, una persona que ha sido movida por el Espíritu de Dios para ver y entender su propia culpa, de donde proviene un temor piadoso y el arrepentimiento por el pecado. La obra de regeneración es enteramente de gracia, iniciada contra nuestras inclinaciones naturales por el Espíritu de Dios. Es por eso que la salvación no es por mérito nuestro, porque no tenemos parte en iniciar un hambre y una sed de estar bien con Dios.
Si usted es creyente se alegrará por ese acontecimiento en su vida y al mismo tiempo puede estar levantando una ceja y preguntándose qué más se podría decir sobre las obras terrenales.
Las Escrituras enseñan claramente que los creyentes se lanzan a una jornada de santificación que estimula el desarrollo del fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, mansedumbre y amabilidad. El mundo no tiene conflicto con estas cosas. Esas personas son pacíficas en la sociedad, tratando de derrotar el pecado personal, disfrutando del compañerismo con los demás, sirviendo en su iglesia local como maestros de escuela dominical, miembros del coro, líderes juveniles y más. Incluso fuera de la iglesia dan testimonio de su fe. Cada vez que se les presenta una oportunidad para exaltar los méritos del sacrificio de Cristo lo hacen, confiando en que el Espíritu, a través de su testimonio, hará una obra de gracia en los demás.
Hasta ahora, al menos en Canadá, nadie podría quejarse, a menos, desde luego, que usted resulte ser estudiante de Trinity Western University, donde estimulan a los estudiantes a suscribirse voluntariamente a un código bíblico de ética. Sin embargo, a nivel individual, el comportamiento de las personas cristianas es inocuo, tal como lo mandan todos los códigos occidentales de comportamiento educado.
Por el contrario, es cierto que en muchas áreas del mundo que están dominadas por religiones tales como el Islam los que se convierten al cristianismo no tienen las mismas libertades. Solo reunirse para celebrar un servicio religioso puede ser un delito castigado con la muerte. Las libertades para testificar a una sociedad hostil al evangelio de Jesucristo son limitadas y mantener uno sus principios y su integridad en una situación así se convierte en la cruz en la que pueden ser llamados a dar sus vidas. El martirio ha sucedido, literalmente, miles de veces en nuestra generación.
Entonces, ¿qué más se puede exigir de los cristianos occidentales? Gracias al cristianismo, Occidente ha sido la cuna de la libertad individual. De hecho se ha convertido en una característica del carácter cristiano pensar y actuar en forma preventiva para mejorar las cosas o para corregir los males que se han colado. Esta libertad de aplicar la doctrina y hacer el bien ha sido la base de muchas buenas obras. Los hospitales, los orfanatorios los, sindicatos, las escuelas, las cooperativas y los seguros son solo algunas. Todas estas son creaciones positivas que han beneficiado a la sociedad.
Ahora bien, en nuestros días, (ver post anterior, Recuperar lo profético) los gobiernos socialistas de Occidente han reprogramado toda la beneficencia en la sociedad, para su propio crédito, gravando al pueblo e inundándolo de reglamentos que determinan lo que se puede y no se puede hacer como sociedad benéfica. Eso deja solo el lado negativo (lo que anda mal en la sociedad) a menudo prohibido por la ley y, por lo tanto, evitado por los cristianos de la actualidad.
Jesús dijo que debíamos tomar nuestra cruz y seguirlo. ¿Tenía él en mente el cómodo asiento del cristianismo políticamente correcto o estaba hablando un instrumento de tortura que él mismo pronto soportaría para pagar por el pecado? La respuesta a esa pregunta es obvia.
En nuestra jornada encontraremos causas que metafóricamente son cruces al lado de nuestro camino. A menudo es conveniente ignorarlas, porque en muchos casos son males engendrados o tolerados por la sociedad pagana que nos rodea y respecto a los cuales no se permite que la iglesia haga comentarios. Eso nos deja solo como individuos y luchamos cuando todos a nuestro alrededor se ajustan al entorno. La sociedad que nos rodea controla lo que vemos y oímos, así que casi no sorprende que dicte a través de sus instrumentos de comunicación lo que hemos de creer respecto al aborto, los palestinos, la política exterior, el matrimonio, los derechos humanos y las libertades individuales, para nombrar solo algunas cosas.
Si usted es cristiano espere que las cruces que debe cargar sean crueles. Pueden ser de todo tipo: críticas, ataques personales, pérdida de reputación, de trabajo, amigos, cualquier forma en que la sociedad pueda alcanzarlo. Pero la alternativa es peor. Si usted fija su mirada solo en el camino que tiene por delante y se niega a considerar las incómodas verdades que encuentra, lo más probable es que su vida sea una inversión en madera, heno y hojarasca que se quemarán ante su ojos.


La cruz en la época romana era un instrumento de tortura. ¿Por qué deberíamos esperar menos en nuestros
días por vivir en una época más civilizada? Sostengo que solo parece civilizada
porque en nombre de la paz y de la buena voluntad naturalmente nos abstenemos de
temas que si se abordaran públicamente podrían causarnos daño. Como dice Isaac
Watts, el escritor del himno: “Lucharon otros por la fe; ¿cobarde yo he de ser?
Por mi Señor pelearé, confiando en su poder”.  ¿Estamos entonces renuentes a oponernos a los
males de nuestro tiempo? 
 
Martyn Lloyd Jones lo explica muy claramente. Lo que reconozcamos como nuestro llamado se evaluará con una norma eterna que implica nuestra disposición a llevar la cruz en esta vida. Dicho esto, no ofrezco ningún veredicto sobre ninguna actividad. Usted debe asumir el riesgo de ser aprobado o desaprobado en el tribunal eterno. Las únicas directrices que puedo ofrecer es que el mundo no aprobará ninguna causa que usted adopte si perturba los males del "statu quo". La desaprobación y el desprecio por una causa justa son el resultado más probable, y paradójicamente, la mejor prueba de nuestras escogencias.

 



 

Wednesday, April 15, 2015

Overcome Dispensationalism !


Practically all of us who profess Christianity, have listened to pastors and teachers who have declared certain subjects in the Bible to be essential doctrines, fundamental to our salvation. The virgin birth, the Holy Spirit, the Deity of Christ and the nature of the atonement are among them. Conversely, they are quick to add that “good men” everywhere, who hold the essential beliefs, may differ on non-essential beliefs, and because their salvation is assured, they enjoy fellowship in a spirit of toleration. I find this generalization to be dependent on the issue, for as I will illustrate, some non-essential beliefs spawn tragic results.  The history of Christendom is ample illustration. Non essentials such as baptism, the clergy, the nature of worship, elders and deacons, the authority of the church, have produced a continuous record of division, persecution and war among individuals and nations, contradicting the unity, that the Lord Jesus prayed for in John, Chapter 17.

Something is wrong then, in the out-working of this ideal. Certainly, there is a need for tolerance to be exercised when differing opinions among Christians surface on non essential doctrines. In fact of all people living, Christians should be exemplary in their acceptance of fellow Christians, who hold contrary views that do not contradict the deity and person of the Lord Jesus Christ. In fact, we are told in the apostle John’s letters to the church to be on guard only against the spirit of anti-Christ inferring that we need not be troubled that our experience and thought process on every subject be identical.
Historically, the cautions regarding the spirit of Anti Christ are…. understandable, Christians of that era would be the first generation to declare the coming of the Lord Jesus as the Messiah, the facts of which pagan religions and Judaism would be certain to attempt to undermine. The apostles therefore, were constant in their warnings to watch for false teachers who would infiltrate the infant churches in order to teach error.

But what if tolerance of a non essential doctrine undergirds and supports mayhem, death and destruction in our modern world? Historically, we consider the Spanish Inquisition to have been run by pagans, who named the name of Christ, but were intolerant to the extent that they executed those that did not accept all that was taught by the Roman church. At best the leaders were misguided Christians, and at worst, they were instruments of the devil discrediting the Christian faith. They went too far.

Should we then recoil from any stand ?  To answer the question with a question, do we not err equally, if we tolerate the promulgation and teaching of non-essential beliefs, when that tolerance results in the death and destruction of peoples and nations targeted by Globalists with an imperial agenda?  I refer to Dispensationalism to which there are an estimated  50 million Christian adherents world wide. This prophetic belief system is relatively recent arising out of the teachings of Irving and Darby in the 1830’s. By the early 20th century, the doctrine had been enshrined in the notes of the Schofield Reference Bible which is still with us today.

Almost diabolically, the publication coincided with the rise of Zionism, which in practice, trumpets the “exceptionalism" of the Jewish people over all others. Zionism has in fact, blossomed with the tacit support of all those that adhere to Dispensational beliefs.  I submit there is absolutely No Biblical or historical basis for their confidence.

Few will say this in our time, because the tenets of Dispensationalism, the return of the Jews to Palestine, the secret rapture of the church, the return of Christ to rule for a thousand years, are attractive to Christians who do not want to believe that they will endure any significant persecution in the “end times”.  Therefore, especially among new Christians, the doctrine is readily embraced.
In addition, Zionist teachings concerning the Holocaust of WWII, are so pervasive in western societies that the majority of people readily agree that the Jews should have some compensation for their suffering. 50 million Dispensationalists therefore agree that it’s quite okay to steal Arab lands, because it supports their belief that the Jews will be regathered to the land before the Lord’s return. They therefore join the Zionists in the belief that the Palestinians are expendable if they object to being forced from their land.

Initially, Holocaust exploitation and the charade at the Nuremburg Trials, set the scene for the United Nations to give the Jews  Arab lands in 1948. Palestinians remember the 15th of May 1948 as the “Nakba”- (catastrophe)  when many Palestinians were massacred; their people were expelled from 400 villages and untold degradation suffering and death has been imposed upon them ever since. Dispensational Christians have been among those in assent, because they believe in the eternal status of a Jewish nation, a factor which instills fear to express any opposition to Zionist apartheid policies. You have heard the time-worn cliche “Whoso touches the Jew touches the  apple of God’s eye” ?  Dispensationalists believe it.

So what is …..the historical position that was held by Christians for 18 centuries ? Surely we should be willing to consider it?  Remember that 90% of the Christian world gives evidence that they have blindly accepted one side without examining the other.  Unequivocal acceptance of Dispensationalism, anesthetizes our sensibilities to the sufferings of the Palestinians and many others in the Arab world.  Surely, if on examination of both, there arises a reasonable doubt concerning the accuracy of dispensationalism, it would be better to oppose Israeli policies even on humanitarian grounds, rather than allow silent complicity to permit Israel to commit crimes unopposed ?

To begin let’s look together at a key chapter, where Dispensationalist say they have Biblical  support. Open your King James Bible to Daniel 9: 24 -27.

V24-  It is generally accepted principle in interpreting this passage that “weeks” are weeks of years. 70 weeks being 490 years. Note that the Spirit is revealing this many years earlier, to Daniel, who is a Jewish captive in Babylon of noble blood. Therefore, it is reasonable to assume that the “70 weeks determined on my people and my holy city” refers to the Jews and the City of Jerusalem. There are six events listed in this verse.

(1)" to finish the  transgression “  is interpreted a transgression committed by national Israel; let’s call it rebellion against God of which there is ample evidence.
(2)  “ To make and end of sins”  means that sin will no more be a universal judgement against all mankind. The effects of Adam’s “fall” in the Garden of Eden will be reversed .
(3) "To make reconciliation for Iniquity” is perhaps better said by “exchange reconciliation for iniquity”, meaning fellowship between God and man will be restored.
(4) "To bring in everlasting righteousness” means that man can anticipate living forever in God’s Holy presence.
(5) “ To seal up the vision and the prophecy”  means that prophecy and prophetic utterances that foretold these events will cease because the  events are fulfilled on the earth.
(6) “ And to anoint the one most Holy”  means to reveal the Messiah which was fulfilled at the baptism of Jesus, his transfiguration on the mount, and in the events of his ministry, crucifixion and resurrection.

V25   in general deals symbolically with the elapsed time for these things to occur.
“Know therefore that from the going  forth…..”    Cyrus the emperor of Persia gave the commandment to rebuild the temple in Jerusalem. The way it is worded, two events will take place. From the commandment of Cyrus until the temple is rebuilt will be 7 weeks or symbolically 49 years, and another 62 weeks or symbolically, 434 years until the Messiah shall die. The remainder of the verse refers to the fact that the city will indeed be resurrected with streets and walls during the first 7 weeks.
Note: 
 (a) that verses 26 and 27 have to be blended together for the right sequence, as the events, as they are written, appear to cross. This does not invalidate the prophecy for as German theologian E.W. Hengstenberg said in the 19th century, prophecy is a shadow, imperfectly seen, the symbolism of that which is to come, and therefore it can and should be considered“concealed  definiteness”.
(b)  Although the years portrayed from the “going forth of the commandment" and the “death of the Lord Jesus” are reasonably close, there is no issue if you assume Hengstenberg's view that prophecy is God’s preserve and that He chooses to conceal in symbolism what is definite in His plan for time and eternity. It’s an arrogant presumption to force a literal count of years on the Scriptures and in so doing, to abandon the sense of the passage for something else because it does not conform to a mathematical scheme.

V26  And after the “three score and two weeks” which was the second time allotment between the completion of the temple and the Messiah — He (the Christ) will be “cut off” or die. Further “but not for himself”— not because the Messiah deserved to die, but because a greater love persuaded him to die for others.
V27 - “He shall confirm the  covenant with many for one week” . Jesus will confirm the covenant or promise that he made to Abraham, that his spiritual seed (those born of the Spirit ) would be as the sand of the sea . Jesus confirmed this covenant during the 70th week, sending the gift of the Holy Spirit (Pentecost- Acts 2), during the time between his ascension and the destruction of the temple in AD 70.
“ The people of the Prince shall come…”  refers to the Roman General Titus, who destroyed the City of Jerusalem, threw down every stone in the temple, and slaughtered 1.5 million people.
 “  He ( Jesus ) shall cause the sacrifice and the oblation to cease”. 

The historical Christian interpretation views this passage as one period divided justifiably into three sections of weeks. (1) The rebuilding of the temple, (2) the Interim period which includes the birth, ministry and death of the Lord Jesus, and (3), the time between his ascension and his visitation in judgement upon the Jews in 70 AD. Literalism cannot be allowed discredit this story. It is all about the work and ministry of the Lord Jesus Christ, both to come, to minister, to die, and then to bring judgement upon the Jews for their ultimate rejection. This then is the “End of the Age” so often referred to in scripture. To the Jewish people alive at this time, the end of the Age is akin to the atom bomb at Hiroshima, only worse. The Jews had nurtured their “exceptionalism" for 2000 years starting with Abraham, and now it was at an end . The destruction of their city, their temple and sacrificial system, would be truly catastrophic.

In conclusion, there is no room in this continuous time frame for any possible argument to insert a future 2000+ year  “Gap”  that Dispensationalists believe is between the 69th week and the 70th week.This passage is about the Lord Jesus and his completed work up to, and including 70 AD.  Any subsequent idea that Israel belongs in the land, or that the temple should be rebuilt and the sacrificial system restarted is a blasphemy against His completed sacrificial work. Bulls and goats could never take away sin, so when the Lamb of God became the acceptable sacrifice, it was appropriate that He Himself raise up Titus to destroy the temple, and put an end to the sacrificial system.

This view of Daniel 9 is not contradicted by any of the New Testament writers, and if this interpretation be true, are Christians not on dangerous ground, to hold a doctrine which derives its support more from temporal events, and pernicious propaganda, rather than a true exposition of the Scriptures?


Hacia la Paz en Jerusalen

In the spring of 2014, the following English videos were subtitled in Spanish.
The material is presented here so that persons interested in a more accurate view of the crisis in Palestine may be easily informed.

(1) The Rocks of  Judea 
(2) Triumph of Zionism
(3) Obstacles to Peace 
(4) Zionist Dream -The Shadow Side
(5) Living Stones
(6) Wrestling in the Daylight
(7) Mainline Protestant Theology
(8) Onward Christian Zionists